Devocional para hoy
El Señor está en control
“Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía”
(Salmo 84:11-12)
Hace unos años le estaba enseñando a mi hija a manejar automóvil.
Ella iba a sacar su licencia, así que le dije: siéntate en la silla del conductor, enciende el auto, arranca, maneja, ve por las calles, pero yo estoy siempre aquí a tu lado y si hay algún peligro yo tomo el control, eso sí me tienes que dejar. ¿Está bien?
Ella aceptó las condiciones y encendió el auto. Mientras manejaba parecía una estatua. Sus ojos estaban fijos en la carretera, le pegó a un andén, dio varias curvas mal, arrancaba feo y frenaba peor, el carro se zarandeaba, pero al fin del recorrido llegamos a casa bien.
Ella tenía una confianza, que aunque no supiera manejar muy bien, yo estaba siempre a su lado para tomar el control en caso de algún peligro.
A través de esta experiencia personal, Dios me estaba hablando y puede hablarte a ti en este día.
Él nos dice: toma el volante de tu vida, maneja, a lo mejor te vas a dar con los andenes, a lo mejor vas a frenar cuando tenías que arrancar o vas a arrancar cuando tenías que frenar, a lo mejor vas a sentir que los peligros son muy grandes, en ocasiones vas a ir muy despacio cuando tenías que ir rápido o muy rápido cuando tenías que ir despacio, pero quiero que sepas hoy algo, que siempre estoy a tu lado y que si la situación se pone muy difícil yo voy a tomar el control.
Hace tres mil años, el rey David miró su mundo y el Espíritu Santo le ayudó a llegar a una conclusión muy importante. David era un gran guerrero, experimentado en mil batallas, pero sabía dónde debía poner su confianza. Él conocía del poder de los carros, los caballos, las armas de guerra. Si alguien sabia de todo esto era precisamente David.
Sin embargo, él sabía que no hay mejor lugar para depositar su confianza que en las manos de un Dios poderoso.
Por eso David asegura en el salmo 20: que los enemigos confían en carros y aquellos en caballos, ¿pero nosotros que? Nosotros del nombre de Jehová, nuestro Dios tendremos memoria.
Nos acordaremos de Él, cuando estemos sufriendo, nos acordaremos de El cuándo estemos en lo más fuerte de la batalla, nos acordaremos de El cuándo sintamos que nuestras fuerzas desfallecen, pero también nos acordaremos de El cuándo la victoria haya llegado y glorificaremos su santo nombre.
Ellos flaquean y caen. ¿Quiénes son los que flaquean y caen? Los que han confiado en sus propias fuerzas, los que aún siguen luchando solos y han puesto su confianza en sus carros y caballos.
Ellos flaquean, sus fuerzas se agotan y se derrumban, pero las fuerzas de Nuestro Señor nunca se agotan. Por eso dice el salmista, a pesar de que aquellos flaquean y se caen, ¡nosotros nos levantamos y estamos en pie!
Que maravilloso que nosotros como creyentes podemos confiar en un Dios tan lleno de poder y de misericordia.
Si dejas hoy todo en manos de Dios, verás la mano de Dios en todo.
Bendiciones:P. Harold Caicedo, Autor
Jorge R. Torrejón
Ministerio de Varones