futuro optimista cristiano

MIRANDO EL FUTURO CON OPTIMISMO

Mirando el futuro con optimismo

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”

(Filipenses 3:13-14)

El Psicólogo Samuel Jones realizó una investigación acerca de cómo las personas ocupaban su pensamiento. Lo sorprendente de este estudio, fue descubrir que la mayoría de las personas vivían pensando en sus pasados más que en sus futuros.

Entre ellos:

1) el 40%, personas que se ocupaban constantemente en pensar en su pasado difícil, pasado de fracaso y de vergüenza.

2) el 30%, personas ocupaban su tiempo pensando que no tenían posibilidad de nada y vivían frustradas.

3) el 12%, personas ocupaban la mayor parte de su pensamiento en su trabajo fracasado, en algo que les irritó o sulfuró, y en las heridas a causa de otras personas.

4) el 10% pasando todo su tiempo preocupadas sobre la salud y por la vida.

5) y solamente el 8%, pensaban de una manera positiva.

¿Cuánto tiempo estamos desperdiciando, solo pensando en las cosas pasadas, en lo que nos hizo daño, en lo que nos causó dolor, en personas que no valen la pena tenerlas ni siquiera en nuestra mente?

Sucesos que no se dieron como esperábamos, sueños truncados, fracasos en el matrimonio o en la economía, y lo malo es que nos quedamos dando vueltas en las mismas cosas, pero dejamos de mirar hacia el futuro con optimismo porque simplemente tenemos mucho tiempo ocupándonos en recordar todos nuestros fracasos, nuestros dolores y frustraciones.

Es indudable que la gran mayoría de las personas necesitan ser restauradas, sanadas de los recuerdos y golpes que han dejado marcas dolorosas, traumas que someten nuestra vida a la tristeza, la soledad, el abandono, y sin ganas de vivir.

Otros se vuelven agresivos, intolerantes, duros, amargados, y sin misericordia.

Cuando hay dolor en tu alma, eres un quebrantado de corazón, y estás cautivo de pensamientos que te atormentan, y tus emociones se salen de control, tu alma está enferma, y vives solo impulsado/a por el dolor, y por eso tomas malas decisiones en la vida ¡¡NECESITAS SER SANADO/A!

Cuando no perdonamos y no nos perdonamos, vivimos atormentados y presos del pasado, sin opción de ver un futuro diferente para nosotros mismos y nuestras familias.

Podemos pasarnos el mejor tiempo de nuestras vidas solo en lamentos, evocando malos recuerdos, acordándonos de lo que no hicimos, volviendo a traer a nuestra mente los fracasos que tuvimos o las personas que nos hicieron daño y que no vale la pena que les dediquemos tanto tiempo.

Así que al aproximarse este fin de año te invito a mirar hacia adelante con optimismo.

Prosigue, avanza, aférrate a las promesas divinas, deja que El Señor tome el control de tu vida y confía en Él.

Dios tiene algo especial reservado para los que le aman. Es mi oración que tú seas uno/a de esos/as receptores/as de las bendiciones divinas.

Bendiciones:

P. Harold Caicedo,Autor


Jorge R. Torrejon
Ministerio de Varones

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